Un informático tiene la función de resolver problemas y desajustes informáticos así como adaptarlos a los nuevos avances aplicando sistemas tecnológicos innovadores.
Las habilidades requeridas son un buen conocimiento de las licencias de software, un dominio adecuado de la programación así como saber trabajar correctamente con diferentes sistemas operativos. También se valora hablar idiomas, especialmente inglés. Y por último, las cualidades de pensamiento lógico, paciencia y confianza son un plus en este sector.
En cuanto a las condiciones laborales, este sector suele tener horarios de jornada completa, aunque la carga de trabajo no sea muy intensa. La mayoría de los puestos de trabajo de este sector están externalizados por la empresa, por lo que se trabaja mediante acuerdos de subcontratación.
La formación necesaria es cursar un cicló de grado medio o superior en Informática. Otra opción es obtener un curso formativo especializado como pueden ser Técnico de Sistemas Microinformáticos y Red, Técnico en Inteligencia Artificial y Big Data, etc. Por otro lado, se puede cursar un grado universitario en Ingeniería Informática. En términos generales no hay ninguna licencia específica necesaria. Aun así, hay software concretos (programas informáticos) que requieren de una licencia para poderlos manejar.
Es una de las profesiones con mayor tasa de empleo. Este sector del mercado ha ido creciendo a lo largo de los últimos años a un ritmo muy elevado. La perspectiva es seguir creciendo y aumentar aún más las tasas de empleabilidad. Aunque hay muchas oportunidades laborales en este sector, sigue habiendo una notable falta de expertos en TIC.
Pertenece a la categoría de nivel 5 del EQF.
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